Quantcast
Channel: ex URBATORIVM
Viewing all articles
Browse latest Browse all 726

"EL EJÉRCITO AL CANTOR DE SUS GLORIAS": UN MONUMENTO DE VICUÑA MACKENNA QUE SE MUDÓ DE SANTIAGO HASTA ARICA

$
0
0
El monumento en Santiago, hacia 1890, antes de emigrar a Arica.
Coordenadas: 33°26'46.78"S 70°39'39.07"W (ex ubicación)
Existe un inminente plan para mejorar la conexión del Paseo del Cerro Santa Lucía con la Plaza Benjamín Vicuña Mackenna de la Alameda con Miraflores, allí donde está la monumental estatua homenaje al ex Intendente de Santiago. Como es sabido, la relación de la plaza con el cerro está interrumpida y dificultada desde la construcción del paso bajo nivel de calle Santa Lucía hacia Carmen y Diagonal Paraguay.
Parece que muchos ignoran, sin embargo, que la estatua de Vicuña Mackenna allí en su plaza homónima, no es el primer gran monumento que existió para él acá en Santiago: el anterior correspondía a uno de origen militar y que fue trasladado nada menos que hasta Arica, precisamente porque con el proyecto del  que hasta ahora existe junto al cerro, iban a quedar dos monumentos dedicados al mismo personaje en la Alameda de las Delicias, priorizándose la permanencia de éste que está en la plaza y que es posterior.
Dicho primer monumento a Vicuña Mackenna al que nos referimos, fue levantado a petición del Ejército de Chile tras el fallecimiento del cronista, político y ex Intendente en 1886. Su construcción fue financiada principalmente con erogaciones de soldados y marinos, siendo concluido a fines de 1888 según comenta Eugenio Orrego Vicuña en "Iconografía de Vicuña Mackenna".
La obra escultórica quedó a cargo del artista José Miguel Blanco, uno de los primeros representantes de la escultura auténticamente chilena, entre cuyas obras conmemorativas y homenajes figuran también el Monumento al Capitán Prat en Quirihue, el Monumento a las Glorias de Atacama en Copiapó y el segundo monumento a las víctimas del Incendio de la Compañía de Jesús instalado en los jardines del ex Congreso de Santiago.
El monumento de Vicuña Mackenna fue instalado en la Alameda a la altura de calles Riquelme y Barroso, aproximadamente, en el bandejón central de la avenida, sobre un elegante pedestal esculpido, de estilo neoclásico con pilastras y evocaciones románicas en su diseño.
Fundida en bronce, la figura mostraría a don Benjamín altivo y contemplativo allí encima, sosteniendo un libro, con su pluma de escritor y de cronista en sus manos. En su base metálica a los pies y detrás del homenajeado, lleva aún la inscripción de casa que la produjo: "RAAB SANTIAGO. FUNDICIÓN DE LAS ROSAS", compañía fundada por don Jerónimo Raab y muy vinculada al trabajo de Blanco.
Inauguración del monumento en Arica. Imagen de revista "Pacífico Magazine", abril de 1917.
 Vista actual del monumento en Arica, con el Morro de fondo.
Al frente, en la cara principal de la base de piedra de cantería, se adosó una gran placa inaugural con la imagen poética en relieve, mostrando un niño con aspecto de querubín, portando un kepí, el estandarte y un rifle del siglo XIX; tras él hay un tambor militar, una corneta, un sable, un cañón y sus balas, aludiendo al contexto bélico de la alegoría, mientras el infante corta las hojas de un laurel de la victoria. En esta pieza de bronce, dice una inscripción:
EL EJÉRCITO
AL CANTOR DE SUS GLORIAS
BENJAMÍN VICUÑA MACKENNA
1890
Esta placa metálica y artística también fue diseñada y producida por el talento del escultor Blanco. Su mensaje alude, principalmente, a la conocida publicación "El álbum de la gloria de Chile: homenaje al Ejército i Armada de Chile en la memoria de sus más ilustres marinos i soldados muertos por la patria en la Guerra del Pacífico: 1879-1883" de Vicuña Mackenna, publicado entre 1883 y 1885, ya en los últimos años de vida del intelectual.
Orrego Vicuña agrega que uno de los últimos homenajes públicos y ceremonias cívicas realizados alrededor de esta vieja estatua de Vicuña Mackenna, alcanzó a tener lugar en 1914 en el Primer Centenario del Combate de Membrillar, donde los realistas fueron vencidos por el General Juan Mackenna, el abuelo de don Benjamín.
El traslado de este conjunto se propone tras la creación de a Plaza Vicuña Mackenna, con el otro monumento más conocido que allí se instaló en 1908 para el ilustre intelectual. Quizás se decidió trasladarla hasta Arica a consecuencia del contexto de tiempos complicados y difíciles que se vivían en la diplomacia de esos días, fundamentalmente a causa de la cuestión de Tacna y Arica que aún permanecía tensionando la vecindad chileno-peruana.
Sin embargo, lejos de ser un despojo o una sobra ornamental, se sabe que hubo grandes disputas entre algunas ciudades que querían quedarse con la imagen de don Benjamín, como Valparaíso y La Serena. Pese a todo, fue Arica la escogida, ordenándose al instante la construcción de un estupendo pedestal al costado de la Plaza Colón, en el que participaron varios artistas y canteros en 1916. Sobre ella se instaló la estatua de bronce y, en su cara frontal, se puso la mencionada placa con el agradecimiento militar de 1890.
En este mismo pedestal, con el Morro de Arica a su espalda, se lanza a la historia la siguiente proclama, tomada de la oratoria del propio Vicuña Mackenna:
"¡NO SOLTÉIS EL MORRO!"
Convertido en uno de los principales símbolos de Arica, sin embargo, esta segunda y definitiva etapa de existencia del primer Monumento a don Benjamín Vicuña Mackenna, tiene una historia propia que no me corresponde abordar aquí, pero de la que ya he abundado en otro artículo, en mi blog dedicado a la ciudad ariqueña.
Espero hacer un pequeño aporte, entonces, para aclarar que la ciudad de Santiago tuvo dos monumentos de don Benjamín en la Alameda, que el de la Plaza Vicuña Mackenna no corresponde al mismo que se menciona existente desde fines del siglo anterior y también algo más sobre el origen de la figura que ahora enseñorea la principal plaza de Arica.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 726

Trending Articles



<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>