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Camino en la cima del Cerro San Cristóbal, en fotografía c.1930, con el Pabellón de la Casa de las Arañas al centro sobre la loma, y parte del "Casino Cumbre" a la derecha más arriba, justo abajo de la cúpula del observatorio. Fuente imagen: Flickr "Santiago Nostálgico" de Pedro Encina.
Coordenadas: 33°25'25.9"S 70°37'56.7"W (sector cumbre)
El acenso al Cerro San Cristóbal en el Parque Metropolitano de Santiago, ya sea por el camino peatonal del Sendero Zorro Vidal o por la ruta asfaltada en Avenida Pedro Bannen, desemboca en la rotonda con fuente de aguas de la Plaza México, allí junto al Vivero y la simpática fontana de los tres querubines abrazados, derramando su hilo de aguas. Hace sólo un par de años, fue remodelado el lugar pero, por desgracia, se destruyó la rotonda verde en donde está la fuente circular, así que el centro de la actual Plaza México es totalmente duro y estéril, delineado sólo por adoquines.
En la mencionada fuente de los tres niños, encontramos un dato interesante anotado en sus inscripciones sobre la piedra: primero, que este sitio se llama Parque Lautaro desde que se inauguró el paseo, "Dedicado a los escritores preclaros de Iberoamérica". El nombre ha caído mucho en desuso, por cierto.
Lo segundo que queda de manifiesto la fuente, es la importancia que tuvo el destacado arquitecto Luciano Kulczewski (1896-1972) en todo el conjunto. Se trata del mismo autor de los edificios de la Piscina Escolae de la Universidad de Chile, el Edificio La Gárgola, la sede del Colegio de Arquitectos y la Población Keller, entre muchos otros conocidos proyectos con su característica firma. Su nombre también está inmortalizado en la roca de a fontana del cerro y por grandes razones, las mismas que llevaron a sus descendientes a cumplir con su petición de esparcir acá la mitad de sus cenizas, y el resto en el Cementerio del Père Lachaise de París.
Más allá de la conocida presencia que tuvo aquel genio de la arquitectura en el proyecto que dio nueva vida al Cerro San Cristóbal, con su mano inconfundible en obras ejecutadas entre 1921 y 1925 como el propio castillo del funicular o el Mirador O'Brien, otros tres trabajos surgidos también de sus tableros enseñorearon la época inaugural del paseo: el "Casino Cumbre", la Casa de las Arañas y la Terraza de Baile "Roof Garden". De ahí que su nombre esté destacado como el arquitecto estrella de la cumbre del cerro, en la fuente de los niños.
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