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El edificio de "El Trolley", en sus últimos días. Fuente imagen base: blog "El Trolley": Resistencia Cultural Subterránea.
Coordenadas: 33°26'7.31"S 70°39'30.41"W
Cuesta hacer un relato preciso de un lugar como "El Trolley" de Santiago, del que todos quienes lo conocieron parecen recordarlo con un cariño generacional, cuando nuestra impresión no fue tan ajustada a la de esa gran mayoría, debo confesar. La mía, particularmente, coincide mucho más con la muy escueta y crítica de Roberto Merino en "Todo Santiago: crónicas de la ciudad", que con otras que llegan a describirlo con algún grado de elogio.
Junto con otros refugios de la bohemia contracultural de esos años en la capital chilena, como el "Garage" de Matucana 19 o después el mítico patio de Serrano 444, "El Trolley" con su galpón de pino Oregón, fue un símbolo de los años ochenta y de la resistencia cultural y política de entonces, aunque diría que la idealización ha hecho lo suyo y, de este modo, generaciones más nuevas de tribus urbanas adoptaron una impresión un tanto exagerada de todo lo que llegó a ser: su importancia real, sus proporciones ("inmensas", según las define un autor), la cantidad de artistas que allí se presentaron, etc.
El singular espacio se ubicaba en un caserón con sala de teatro, de dos niveles al frente y de principios del siglo XX en su simplísimo estilo, en calle San Martín 841. Esto es entre Vicuña Subercaseaux y San Pablo, pleno centro de Santiago y a escasa distancia del Teatro Teletón (ex Casino Las Vegas), del Instituto Traumatológico, la antigua terminal de buses de Mapocho (ya desaparecida) y, lo que era peor para muchos de sus parroquianos, del Cuartel General Mackenna de la Policía de Investigaciones.
En medio del barrio, el Centro de Eventos "El Trolley" no pasaba tan advertido entre tanta casa vieja de entonces. Si no había un choclón de gente afuera en alguno de sus eventos y vestida a la usanza más dadaísta, como era lo habitual, alguien distraído podía hasta pasarse de largo buscándolo.
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