Crucero de la "cripta" de los Sacramentinos, en imagen de postal publicada pocos años después de su inauguración. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostálgico.
Coordenadas: 33°27'4.55"S 70°38'57.65"W
La primera entrada de este blog (aunque no fue la primera que escribí sobre estas temáticas) está dedicada a la Iglesia del Santísimo Sacramento en el sector de calle San Diego y Arturo Prat de la capital chilena, de espalda al Parque Almagro y a la plaza de los libreros. Allí dijimos que el templo nace con el proyecto de traer a los padres sacramentinos desde Francia y establecerlos en este edificio, hecho por el arquitecto Ricardo Larraín con explícita petición de que se inspirara en la Basílica del Sagrado Corazón de París. La obra iniciada en una primera etapa de 1911-1913, bajo mecenazgo de doña María Lecaros de Marchant, fue entregada en 1919 pero sus terminaciones continuaron incluso hasta el año 1931. Desde 1928, además, contaba con el reconocimiento de parroquia.
En aquella ocasión en que publiqué el artículo referido a la iglesia, sin embargo, no me fue posible tener acceso al sector llamado "la cripta" o, más popularmente, "las catacumbas" del mismo templo, a las que se accede por unas escaleras dobles ubicadas detrás de la sacristía y en el pasillo hacia las dependencias interiores de la parroquia por el lado de avenida Santa Isabel y Arturo Prat. Las fotografías que aquí publico las tomé recién en el año 2012, y me servirán para completar la parque que faltaba a la historia y descripción del templo. Recientemente, además, fui entrevistado para un reportaje noticioso dedicado al Santiago subterráneo y titulado "Bajo nuestros pies", en donde se abordaba el tema del origen y la existencia de la "cripta" de los sacramentinos, entre otros casos. Pocos días más tarde, tuve el placer de conocer un caso parecido al de la Parroquia del Santísimo Sacramento y sus dependencias en el subsuelo: la Basílica de San Antonio de Padua al Laterano, en Roma, que también tiene una iglesia completa bajo la principal superior y de cuya historia publiqué algo ya, hace poco. Eso sin adelantar acá algo aún sobre la experiencia de conocer en persona auténticas catacumbas romanas, como las de San Calixto, las de San Lorenzo de Extramuros o las de Santa María en Vía Lata.
Es un buen momento de inspiración, entonces, para abordar acá el tema pendiente del subterráneo de los sacramentinos, sus míticas "catacumbas" en el vecindario tan nictófilo de San Diego y Parque Almagro.
El nivel inferior de la Parroquia del Santísimo Sacramento abarca lo que equivale prácticamente toda la planta de la nave en la iglesia superior, conservando ese mismo diseño bajo escuela neorrománica y neoclásica. En este frío espacio se también repiten las arcadas y columnatas, las bóvedas de tenue alusión gótica y los detalles de estilo bizantino en la reproducción del gran altar (copiado del que está arriba), con mosaico y colorido tipo retablo, además del pulcro uso de mármoles. Sin embargo, sus alturas están a escalas: al ser enormemente más bajo este salón, las columnas de capiteles corintios y grandes arcos son cortas, distribuidas a su vez en naves menos espaciosas.
La "cripta" fue la primera etapa de la construcción que se levantó después de la instalación de los basamentos, en 1911. Fue hecha a insistencia de los sacerdotes y por otra petición directa al arquitecto Larraín, ya que querían urgentemente un espacio para oración y liturgias. Consta de un sistema de bóvedas a cuatro metros bajo el piso y, según me informaron en la misma parroquia, se la dispuso para que los miembros de la congregación de los sacramentinos llegados a Chile pudieran cumplir con la estricta exigencia de los custodios del Santísimo Sacramento: ejercer la devoción de manera permanente a Cristo y a Dios, siendo usada durante el tiempo en que la iglesia principal era terminada. Por esta razón fue conocida por algún tiempo como la Capilla Vieja de los Sacramentinos. Además, la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre también cuenta con una gran cripta propia, por lo que era esperable que al templo hecho en Chile bajo su muy evidente inspiración también se le incorporara una propia. Lo mismo se hizo en Argentina con la Basílica del Santísimo Sacramento del barrio bonaerense de Retiro, que cuenta con una "cripta" del mismo estilo y la misma época que la existente en Santiago.
Para hacer menos lúgubre la condición subterránea de esta segunda iglesia de la parroquia, sin embargo, se dispusieron vanos que aportan algo de iluminación por los costados, y que pueden distinguirse desde afuera del templo por el lado de avenida Santa Isabel y con menos notoriedad por los patios de las dependencias interiores del convento. Es por esa razón que los cimientos del edificio están más bajos por estos lados.
Intrigado por tales indicios de la existencia de este espacio, el imaginario popular lo llamó "catacumbas", haciendo correr historias que eran asombro de niños y de fantasiosos, como cuentos de sepulturas desconocidas, lugares secretos dentro de las mismas y los infaltables aparecidos. Incluso hubo una época en que parecía ser que nadie estaba muy seguro de que estos sótanos existiesen en la iglesia, habiendo opiniones divididas y testimonios dudosos de quienes decían conocerlas.
La iglesia subterránea de la Parroquia del Santísimo Sacramento en Santiago, inaugurada el 15 de junio de 1919, también ha cumplido con funciones bastante prácticas en todos estos años: permite desde antaño a los sacerdotes el ejercicio interrumpido de la doctrina devocional, aun si el espacio principal superior está siendo usado en otra clase de ceremonias o bien si está cerrado por labores de aseo o de reparaciones. Y asumiendo que en proporciones es considerablemente menos espectacular que la iglesia mayor del edificio, la "cripta" también era prestada para encuentros como matrimonios o bautizos en otras épocas, aunque actualmente se realizan allí ceremonias fúnebres y misas especiales.
El frío y la humedad han causado algunos daños en la iglesia de la "cripta", aunque existen planes de restauración y se han ejecutado algunos estudios patrimoniales realizados sobre la misma. Publicaciones recientes con la historia del templo han despertado la curiosidad de algunos buscadores de información y, así, la luz ha ido regresando hasta la iglesia subterránea de la Parroquia del Santísimo Sacramento.