Quantcast
Channel: ex URBATORIVM
Viewing all articles
Browse latest Browse all 726

TRES ÉPOCAS DE UNA CÉNTRICA ESQUINA FRENTE A LA PLAZA DE ARMAS, PARTE III: LA TIENDA DE "LOS GOBELINOS"

$
0
0
La esquina y el edificio de la tienda "Los Gobelinos" de Compañía con Ahumada, hacia 1970. El tránsito vehicular aún estaba abierto en calle Ahumada hacia Puente. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostalgico (Pedro Encina).
Coordenadas: 33°26'19.74"S 70°39'4.77"W
En las dos entradas y partes anteriores de este artículo, hicimos un pequeño viaje por la historia de la céntrica esquina santiaguina de Compañía con Ahumada, frente a la Plaza de Armas, pasando por la época en que allí se alojó la casa fotográfica Díaz & Spencer y luego el llamado Palacio de la Luz de Chilectra. Cuando esta última compañía abandona el establecimiento en los años treinta, el edificio pasará a ser sede de una de las más famosas tiendas que haya conocido la ciudad: "Los Gobelinos", fundada en 1933 por el comerciante español Severiano García Carro.
Don Severiano había llegado a Chile muy joven, en 1911, asociándose con su hermano Joaquín en la firma García y Cía. Su primera aventura comercial fue con la "Casa García", en Alameda de las Delicias 2386. Luego, en Ahumada 147 la sociedad instaló los "Almacenes García" vendiendo telas, tapices, catres, pijamas, cortinas y artículos de dormitorio en general, además de menaje y sanitarios. Habiendo dado en el clavo con este rubro, los hermanos fundarían después una tienda similar bautizada con el nombre de los célebres tapices franceses. Nacía así "Los Gobelinos", cuya primera ubicación fue en los bajos de un edificio de calle Bandera 533.
La tienda fue un éxito y alcanzó una rápida popularidad de la que pocas casas podrían jactarse en el comercio chileno, creciendo con rapidez y requiriendo de un mejor cuartel para sus ventas. Por esta razón, García y Cía. se fijó en el edificio del ex "Palacio de la Luz" que ya desocupaba Chilectra en la esquina de nuestra atención, mudándose a este sitio en septiembre de 1935. Los García lo refaccionaron y prepararon interiormente con más lujoso y atractivo estilo de las tiendas francesas, dividiendo las ventas en sectores: variedad en menaje, calzado, sombreros, frazadas, moda, muebles y juguetería se podían encontrar allí, pasando a formar parte de la primera generación de establecimientos divididos en departamentos dentro del mismo centro comercial, modelo iniciado quizás por "Gath y Chaves" y sus contemporáneas. Entretenidos eventos atraían clientes, especialmente en la Navidad y los días de fiestas.
Don Joaquín García Carro dejó la sociedad en 1944 y asumió con su hijo la propiedad de los "Almacenes García". Ese mismo año, entonces, su hermano quedó como dueño absoluto de "Los Gobelinos", gozando de mucho prestigio en el área y llegando a ser Presidente del Círculo Español. El mismo don Severiano tenía una vistosa y admirada mansión en el sector de Pedro de Valdivia llegando a Nueva Providencia, en un terreno que se extendía hacia el lado de Diego de Velásquez, preciosa quinta de jardines sublimes hecha en los años treinta, pero que fue totalmente arrasada entre fines de los ochenta e inicios de los noventa, causando escozor entre los patrimonialistas críticos de tamaño crimen.
Por esos días, el edificio del ex Palacio de la Luz fue demolido y reemplazado por el que actualmente se yergue ahí, mismo que seguiría alojando por más de 30 años a "Los Gobelinos" hasta la desaparición de la tienda. El nuevo edificio comercial y de oficinas fue inaugurado en 1946, y figuraba como propiedad del Banco Hipotecario de Chile. Sus arquitectos fueron Jorge Arteaga y Alberto Cruz Eyzaguirre, mientras que la ingeniería quedó a cargo de Enrique Albertz. Destaca por su art decó más moderno y estilizado, con la elegancia de grandes verticalidades blancas de albañilería y abundante vidriado en armazón metálico, que recuerda levemente al del desaparecido edificio anterior, aunque con 6 ó 7 niveles más de altura. Fue concebido como un gran centro administrativo y de oficinas que seguiría acogiendo a la tienda en sus pisos inferiores.
Un detalle interesante, sin embargo, es que el llamado Edificio Gobelinos en realidad se conforma de dos etapas, pudiendo observarse la juntura ambas por el lado de Ahumada. Dos edificios unidos y de fachada unificada como si fuese uno, dicho en otras palabras. Una etapa se distingue por este mismo lado, más hacia el centro de la cuadra, construida donde antes había estado un edificio neoclásico de tres altos pisos que era vecino al del ex Palacio de la Luz. Esta primera etapa definió el estilo y la arquitectura que tendría el conjunto, y es el que lleva la inscripción de 1946 en su fachada. La otra etapa es la que sustituyó al ex Palacio de la Luz ocupando su planta en la esquina misma, existiendo fotografías del Archivo Chilectra que corresponden justo al período en que ya existía la primera etapa del edificio del Banco Hipotecario de Chile mientras "Los Gobelinos" aún ocupaban el ex Palacio de la Luz justo a su lado. Esta segunda etapa, además, quedó apoyada sobre el edificio del edificio del Cine-Teatro Real, por el lado de Compañía, volviéndose su vecino inmediato.
En 1952, don Severiano García consiguió la licencia de confección de la marca Christian Dior para "Los Gobelinos", que contaba con sus propios talleres que sirvieron de escuela a muchas costureras y modistas. Este taller de confecciones estuvo dirigido hasta 1954 por don Aurelio Rodríguez, siútico y extravagante personaje con estudios en Francia, considerado un maestro en su oficio y que solía dar instrucciones en francés, siendo apodado Monsieur Roger. Así, un cliente podía comprar un traje y pedir de inmediato el servicio de sastrería de la propia tienda, para que le fuese adaptado. Surgieron así los "Laboratorios García", que fabricaban ropa para la misma firma de don Severiano y la tienda.
Otra curiosidad es que las grandes mutitiendas de Santiago que formaron parte de la misma camada comercial de "Los Gobelinos", también eran en su mayoría propietadas por ciudadanos españoles venidos al país, como fueron los casos de "Almacenes París", "Peñalba" o "Casa Flaño", por lo que puede suponerse que el desarrollo de este modelo comercial departamentalizado en la capital chilena tuvo mucho que ver con la influencia de empresarios de este origen.
Pero la firma propietaria, por entonces llamada Comercial e Industrial Los Gobelinos S. A., no estuvo exenta de caer en controversias relacionadas con el fragor de las cuestiones políticas. A pesar de lo querido y respetado que era don Severiano en el rubro, por ejemplo, algunos quisieron colocarle la etiqueta de pro-franquismo. También sucedió que, en 1963, agitaciones del recién fundado sindicato de la tienda pusieron de punta a la administración de "Los Gobelinos" con algunos trabajadores, provocando una ardiente tensión en la que un representante acabó despedido, caso denunciado por dirigentes socialistas. El principal de ellos fue, curiosamente, el entonces Senador Salvador Allende, quien expuso el asunto durante las sesiones de la Legislatura Extraordinaria. El Ministerio del Trabajo se cuadró con el sindicato y, todavía en 1968, la sociedad comercial de García continuaba litigando en los tribunales.
La esquina frente a la Plaza de Armas siguió acogiendo por muchos años a "Los Gobelinos", y su dueño se asoció a sus hijos Francisco y Julio García Puig para la dirección de la compañía. Tan importante era como punto de referencia que, según comentarios de Oscar Johansen Bertoglio en su "Anatomía de la empresa", cuando él y un equipo de académicos e investigadores de INSORA imitaron en el Santiago de los años setenta una consulta sociológica realizada por T. C. Schelling en New York, buscando identificar cuál era el lugar y la hora más repetidas por los ciudadanos para concertar una hipotética reunión con un extraño, la versión criolla arrojó con mayores porcentajes de respuesta a "la esquina de Los Gobelinos" y "a las 12 A.M.".
Pero el mercado había ido cambiando y creciendo más de lo que un clásico del comercio podía resistir, y así llegó el momento en que "Los Gobelinos" se sostenía más desde su propia leyenda romántica que desde las ventas y utilidades de antaño, afectadas también por el paso de las crisis económicas. La tienda que llegó a ser una de las más famosas de toda la historia de Santiago, por tantas décadas, cerró definitivamente sus puertas 1978.
El espacio en los bajos del que fuera el edificio de "Los Gobelinos" sería ocupado después por una casa comercial llamada "Canetti", y más tarde pasó a manos de una importante firma que restauró el edificio y lo reacondicionó para las grandes multitiendas que hoy lo ocupan. Aún en nuestros días, sin embargo, parte de la memoria urbana lo sigue identificando como la esquina y el edificio de LosGobelinos, como si se resistiera a aceptar su irremediable desaparición.
Publicidad de "Los Gobelinos" en 1933, antes de mudarse a Plaza de Armas.
Damas mirando los escaparates de "Los Gobelinos" hacia 1960, con la Plaza de Armas de fondo. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostalgico (Pedro Encina).
Esquina y edificio "Los Gobelinos" hacia el año 1960. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostalgico (Pedro Encina).
Vista actual del edificio desde la Plaza de Armas.
Vista actual desde el costado, por paseo Ahumada.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 726

Trending Articles



<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>