Un colorido y espectacular "final de fiestas" para una función del "Bim Bam Bum" en 1967. Imagen publicada por la revista "En Viaje".
Coordenadas: 33°26'21.42"S 70°38'55.58"W
El "Casanova" de Buddy Day, que vimos en la entrada anterior, y su sucesor el Teatro Ópera con el "Bim Bam Bum", que veremos ahora, pertenecen a la edad de oro de la bohemia chilena parece estar entre los años alrededor del Primer Centenario hasta la década del sesenta, aproximadamente.
La decadencia de aquella era comenzó tibiamente, con la apertura de los medios de comunicación y las nuevas opciones recreativas advenidas en los años setenta. Como se sabe, recibió la estocada de muerte ya al final de toda esa historia, en el período de los toques de queda nocturnos durante el Régimen Militar.
La colorida epopeya de la revista chilena, del teatro de variedades y de la comedia para adultos, está retratada en fragmentos a lo largo de varios libros que son verdaderos plintos para los recuerdos de esos años, descritos por sus propios testigos y actores, como "Buenas noches Santiago!" del periodista de espectáculos Osvaldo "Rakatán"Muñoz, o "Acotaciones, morcillas y camelos: Anécdotas teatrales" de Rogel Retes, o "El Santiago que se fue" de Oreste Plath, por nombrar algunos. Los aspectos menos luminosos de la vida nocherniega, en cambio, transitaron por las páginas de "Chicago Chico" de Armando Pérez Carrasco y "Show continuado" de Luis Cornejo.
Tanto el Ópera como la célebre Compañía de Variedades "Bim Bam Bum", en Huérfanos 835, resistieron los vaivenes hasta la caída misma de la época del vodevil en Chile, con las restricciones de las actividades nocturnas y la Recesión Mundial. El teatro bataclán soportó sobre sí, además, el aplastante peso de toda una época ya perdida, a la que pertenecieron también el Teatro Princesa (sede del "Picaresque"), la Sala Lux reemplazada después por el Grand Palace, el Teatro Politeama del Portal Edwards, las Salas SATCH y Talía de San Diego (hoy Teatro Cariola y Teatro Alejandro Flores), su vecino Teatro Roma (lugar de la cantina "Las Tejas") y los tres Tap Room del inolvidable Negro Tobar, entre muchos otros. Las presentaciones de la compañía "Cóndor", del gran empresario de espectáculos Enrique Venturino, eran por entonces una academia para muchos artistas que engalanaron el ambiente, como los hermanos Retes emigrados desde Perú hasta la escena artística chilena.
Vedette del "Bim Bam Bum" en fotografía probablemente tomada entre 1953 y 1965, por Alfredo Molina La Hitte (Fuente imagen: Exposición DIBAM en Metro Santa Lucía, agosto-septiembre 2011).
ORIGEN DEL TEATRO ÓPERA
Es difícil saber, a estas alturas, qué era cierto y qué es idealización sobre el Teatro Ópera y su "Bim Bam Bum". Poco aportó al respecto una teleserie basada en la famosa revista, hace un par de años, cuyo criticado guión se alejó en la dramatización y las ficciones de los rasgos históricos de la época y del lugar en que se suponía ambientada. Sin embargo, hay datos interesantes que permiten armar su historia y que han sido recuperados por los testigos de aquella epopeya.
Cerrado ya el "Casanova" de calle Huérfanos y convertido por Buddy Day en centro de proyecciones de películas, tampoco logró mucho en este rol, por lo que era urgente un cambio de rubro. Por instinto de supervivencia e inclinación emprendedora, entonces, el empresario comenzó a planificar un nuevo tipo atracciones más masivas para el lugar, en la forma de revistas de espectáculos de música, humor y coreografía, y así concibió casi simultáneamente al que sería su nuevo Teatro Ópera y la revista matriz del mismo, el "Bim Bam Bum" o el "BBB", como se la conocía informalmente.
Tras una nueva remodelación del espacio de Huérfanos 835, hacia inicios de 1953 Day inaugura el Teatro Ópera funcionando esta vez como una gran boîte y auditorio con funciones de vedettes, humoristas y músicos. Según algunas reseñas, la primera revista que se presentó en el local fue la titulada "Faldas en el Congreso", sátira referida a la presencia femenina en el Poder Legislativo, aunque otras fuentes señalan que la primera obra allí ofrecida fue en realidad una llamada "Qué churros en bikini" o "Amor en bikini".
Una leyenda que fue popular en el ambiente artístico de esos años, contaba que no sólo los vivos iban a visitar los espectáculos del Ópera: también lo habría hecho reiteradamente el fantasma de una niña fallecida, que fue vista en algunas ocasiones por trabajadores, artistas y clientes del lugar, vagando especialmente en el sector de camarines y tras las bambalinas, por el callejón interior lleno de subidas y bajadas que conducía a esos rincones. De acuerdo a la misma leyenda, la niña habría sido una pequeña que, durante los trabajos de remodelación que convirtieron el lugar después de ser sede bancaria, se asomó por curiosidad en las faenas desde unos andamios o una tarima, cayendo accidental y mortalmente en el foso que se había abierto para colocar un ascensor o una columna estructural.
Otra versión de la historia del fantasma del Teatro Ópera, sin embargo, hablaba de una bella corista que murió en un desgraciado accidente tras bambalinas, ocurrido cuando ya funcionaba el teatro de variedades y el "Bim Bam Bum". Se creía que solía aparecerse por los vestidores y pasillos del lugar.
La sala iba a ser escenario permanente para encuentros de tango, ballet, presentaciones circenses, ilusionismo, acrobacia, zarzuela y grupos tocando rancheras, corridos mexicanos o merengues. Llegó a ser comparada por su comodidad e importancia con el Teatro Colón de Buenos Aires y, de hecho, a estas las cuadras de Huérfanos a tan escasa distancia de la Plaza de Armas las apodaron "el Broadway Santiaguino" por la intensidad de su actividad escénica.
Teatro Ópera y "Bim Bam Bum" en sus buenos días. Fuente: Flickr SantiagoNostálgico.
Publicidad del "Bim Bam Bum" en 1962.
CANDILEJAS DEL "BIM BAM BUM"
El nombre "Bim Bam Bum", del espectáculo y la compañía, proviene de un conocido tema musical del maestro Xavier Cugat, que golpeaba las radios de tubos en esos días. Para armar su primer elenco, los directores habían comenzado a buscar artistas y reclutar juglares, y se cuenta que consiguieron muchachas para los números poniendo avisos en los diarios, invitándolas a asistir a los castings. Eduardo Felis, hermano de Buddy Day como hemos dicho, pasó después a ser empresario asociado, a partir de 1957, asumiendo como director de la Compañía de Revistas "Bim Bam Bum".
Cuando el espectáculo fue presentado al público en el Teatro Ópera, la calle Huérfanos estaba lejos de ser el paseo peatonal de hoy. Por ella corría bastante tráfico de vehículos que se vería aún más perturbado por la cantidad de automóviles que estacionaban los clientes que iban a ver el show, algunos muy lujosos y elegantes. Tres presentaciones diarias y los siete días de las semanas abierto llegó a estar el Teatro Ópera, con filas de asistentes que a veces rodeaban la cuadra. Rakatán llegó a contar más de mil personas para la fila del Follies Bergére de París cuando se presentó en el teatro, trayendo a la despampanante Xenia Monty que, desde, entonces se incorporaría al equipo de artistas de Buddy Day.
Distinguidas personalidades y matrimonios acudían hasta los palcos y el público más popular en las butacas, aunque se recuerda que la mayoría de los caballeros preferían acudir solos o acompañados de amigos, pues el show todavía era visto como algo muy ajeno a la vida familiar. En 1954, por ejemplo, se presentaban las revistas tituladas "Cocktail de Bellezas" y "Capricho español", con participación protagónica del ballet de Eugene D'Arcy. En 1961, presentaron en diciembre la revista "Año Nuevo... Curvas nuevas" de Retes y Day, aclarando ya en el nombre el contenido sensual de las presentaciones. Al año siguiente, la cartelera ofrecía tres funciones diarias a partir de las 19 horas con la revista "Adán, Eva y... el otro", más la participación de la cantante nacional Camila y del "Thino's Ballet".
Crecía la fama del teatro fuera de las fronteras, y así había más interesados en subir a su escenario. En 1967, su cartelera anunciaba "Batifogosas en acción" con el cantante español Angelillo, Carmen Álvarez, Beatriz Daudet y el trío brasileño "Pegao". Hacia la misma época se presentaba también la orquesta japonesa de tangos "Sakamoto". Nano Acevedo recuerda en "Los ojos de la memoria", que otras visitas ilustres fueron las gemelas de "Dolly Sisters" y "Los Panchos" en el breve período en que Raúl Shaw Moreno formó parte del trío de boleristas, además de Pérez Prado y su orquesta. Este último le habría puesto la música a las movedizas caderas de la bailarina Tongolele, durante su presentación en el Ópera, según la información con la que contamos.
La leyenda cuenta que los directores y artistas del espectáculo traían orgullosos a visitantes venidos desde grandes centros bohemios del mundo en esos años, como los de Manhattan, París o Buenos Aires, para impresionarlos con el despliegue escénico y la calidad de los shows de este lugar perdido en las guías turísticas. Fuera de las posibles exageraciones, en lo que no hay duda es en que se trataba del más importante espectáculo de este tipo en Chile, además de uno de los que alcanzó más longevidad, con una gran rotación de personajes y actores. En su marquesina se leyó por años la frase "THE BEST SHOW PLACE OF THE CITY".
El recuerdo melancólico y romántico de la compañía"Bim Bam Bum" ha elevado especialmente a las ninfas que estuvieron a cargo del espectáculo y de las que ya veremos más, pero la verdad es que un soporte esencial de estas revistas era también el humor. Los comediantes a cargo de esta tarea fueron innumerables, destacando Manolo González con sus rutinas irreverentes de corte político, además de sus colegas Gabriel Araya, Chito Morales y Humberto Gambino, como lo recuerda un suplemento digital del diario "La Cuarta" titulado "El Bim Bam Bum era un pedazo de Europa en calle Huérfanos". El enano showman mexicano Tuntún, el "Cantinflas Peruano" Milos Velarde, el mimo Oberón y Tommy Bikert con sus pájaros comediantes, también llenaron de risas y alegrías el teatro.
Así, una pléyade de artistas de los espectáculos nocturnos comenzarán a hacer fila por ese escenario que conocieron "Los Perlas", "Los Caporales", el bailarín argentino Eric Zepeda y los humoristas Eduardo Thompson, Chicho Azúa, Guillermo Bruce, el dúo "Los Morisquetos" de Helvecia Viera y Eduardo "Chico" Aránguiz, Gilberto "Fatiga" Guzmán, Tato Cifuentes con su muñeco Tatín y Sergio Feito, quien entró trabajando como partiquino en el teatro. Conocidos libretistas y coreógrafos también pasaron por el Ópera, como Oscar Fernández, Paco Mairena, Rafael García, el argentino Pedro Sombra y el gran comediante Jorge Pedreros, quien trasladó mucha de su experiencia en teatro de variedades hasta el programa de televisión "Japenning con Ja". Eugenio Retes, por su parte, actuaba junto caricatos y actores como Gabriel Araya, Eduardo Gamboa y Salvador Cicero.
Xenia Monty, gran vedette francesa que llegó a Chile desde el célebre "Follies Bergére" de París al Teatro Ópera. La imagen debe haber sido tomada entre 1953 y 1960 por Alfredo Molina La Hitte (Fuente imagen: Exposición DIBAM en Metro Santa Lucía, agosto-septiembre 2011).
Iris del Valle, en imagen del archivo Proyecto Cabaret.
LAS MUSAS DEL SHOW
Las mujeres fueron importantísimas en la historia del Teatro Ópera y la atracción de sus shows, como cotizadas vedettes entre las que destacaron Wendy, Maggie Lay, las célebres hermanas Ubilla, la show-woman Fresia Soto y las hermanas Guerrero, emigradas después al medio televisivo. La versátil Sussy Montrey incluso actuaba en varios de los bloques del "Bim Bam Bum" y en el Tap Room, incorporada a la cartelera casi desde los inicios del Teatro Ópera. Lilian de Río fue otra estrella que tuvo ocasión de demostrar su múltiple oficio y talento en el elenco, actuando en varia secciones y mostrando sus virtudes físicas.
Dada la ventaja que llevaban en el Río de la Plata con estos espectáculos y el enorme tamaño de su escena local, fueron sensación en la historia del teatro las presentaciones de destapadas argentinas como Rita Montessi, Christiane Collivino, Susana Brunetti, Alicia Márquez, Moria Casán, Thelma Carió, Nélida Lobato, Hellen Grant, la enorme Thelma Tixou, las hermanas Ethel y Gogó Rojo y las también hermanas Inés Marcó y Mary Marcel. Otras, como la gran Egle Martin, que llegó a Chile prácticamente sin experiencia en las tablas, fue ovacionada en las funciones y su carrera internacional impulsada precisamente desde el Teatro Ópera.
Con la llegada de Eugene D'Arcy y su Ballet, en esos primeros años de funciones, arribaron en el Ópera también bellezas rutilantes nacionales y extranjeras como Luby Martin, Elvira Mayo, Lilian Montes, Lily Morel, Yoly Montrey, Nancy Lezika, Jenny Clark, Raquel Romay, Gladys Keller y Elsa Villa. Al elenco del teatro se sumaría poco después la multifacética Celia Castell, guitarrista, danzarina y actriz políglota, además de la bailarina, actriz y cantante española Margarita Sierra, la vedette "Venus de Madrid" Amparito Castro y la eximia cantante brasileña Dalva de Oliveira.
Muchos sketches humorísticos eran actuados con musas no menos cotizadas del ambiente, como la gran Iris del Valle, apodada "La Pelá" por el nombre de uno de sus principales personajes, quien estuvo en el "Bim Bam Bum" desde los inicios del teatro. Un gran equipo de chicas bailarinas formaba parte de estos elencos, al que se sumaron por temporadas destacadísimas figuras como la hermosa Gaby Cousin (esposa de Lucho Arenas, de "Los Caporales"), Ruth Keller, Martita Erices, Tati Segura con su metro 80 centímetros de altura, la "Francesita del Twist" Monique Garbó y, ya en sus últimos buenos días, la cantante Rosita Salaverry y la audaz actriz Peggy Cordero, que parecía adorar la desnudez sin falsos pudores ni timidez.
Corrían historias sórdidas, además, sobre las posibilidades de relacionarse con algunas de las estrellas o, cuando no, con cualquiera de las varias chicas del staff del cuerpo de baile. Las más bellas solían ser cortejadas y colmadas de regalos de sus admiradores, enviados hasta sus camarines, aunque no había que equivocarse en las observaciones: alguna vez actuó en su escenario también el grupo artístico "Blue Ballet", compuesto por los bailarines y cantantes travestidos de la boîte"Bozzanova", de la inolvidable Tía Carlina en Vivaceta. También se presentó en sus tablas la cantante, actriz y vedette francesa Coccinelle, primera figura del espectáculo transexual, nacida hombre para decepción de muchos que supieron de ella sólo al ver su nombre destacado en los anuncios.
Las anécdotas protagonizadas por las chicas del bataclán fueron miles, algunas bastante controversiales. Una de ellas sucedió cuando comenzaron los codazos de celos entre las figuras femeninas del show y, así las cosas, la mítica Isabel Ubilla, hastiada de las imprudencias y manoteos de una vedette, se abalanzó sobre ella clavándole uno de los tacos de sus zapatos en la cabeza. Sin embargo, la agredida aparece en algunas fuente como Diana Monti, y en otras como la destacada francesa Xenia Monty.
Más clara está otra célebre pelea de gatas que tuvo lugar en el verano de 1962, cuando la ya madura Iris del Valle enfermó y no pudo presentarse en el Teatro Ópera. Con su buen ojo, el actor y director Eugenio Retes sugirió que una joven corista y vedette la reemplazara en aquella función: nada menos que la querida comediante Patty Cofré. Lo hizo tan bien y con tan buena crítica que Iris estalló en celos y cólera, atacando después a la muchacha en el camino a los camarines y exigiendo a Buddy Day sacarla de la revista, en lo que fue un tremendo escándalo para comidillo de la prensa de espectáculos. Como Iris era la actriz más importante e influyente de la compañía también integrada entonces -entre otras figuras- por Érika Nobel, Day accedió muy a su pesar y reemplazó a Patty por la famosa "Pitica" Ubilla. Para infelicidad de Iris, sin embargo, Patty Cofré de todos modos se convertiría en una de las más importantes actrices nacionales de revista y comedia popular, con una vasta trayectoria todavía en plena vigencia.
Fachada del Edificio Ópera.
Vista del actual acceso del edificio, en el costado del portal antiguo del teatro.
LA DESAPARICIÓN DEL TEATRO
El "Bim Bam Bum" resistió embates económicos y sociales, convirtiéndose casi en un símbolo final de la época de la revista chilena. Se cuenta que comenzó a decaer con el alejamiento del público de las salas durante el clima social que se enrareció en el Gobierno de la Unidad Popular, y que la compañía entró en definitiva crisis después del Golpe Militar, terminando ya la época luminiscente del Teatro Ópera. Su fundador colocó a sus hijos Juan Antonio y Julio Felis en la dirección del espectáculo, instancia en la que este último conoció a la bailarina y vedette Raquel Ubilla, con quien contrajo matrimonio. Sin embargo, con la debacle de la bohemia chilena por las restricciones horarias, Buddy Day y su familia emigraron a Buenos Aires a continuar con sus negocios del espectáculo allá, falleciendo en 2010 ya convencido de que la época de la revista había quedado para siempre atrás, en todo el mundo.
Como anticipo de un inminente final, el lugar fue convirtiéndose en una sala de películas muy lejana al glamour del pasado. Manolo González hasta fue amonestado y censurado, en 1980, por no medirse en sus chistes de contenido político y contingente. Así, el golpe dado por la caída de la vida nocturna y la crisis económica planetaria de 1982-1983 alcanzó al teatro de revistas, en una época en que la televisión ya era el principal medio de entretención de la sociedad chilena. Los dos shows nocturnos que sostenían al Teatro Ópera habían comenzado a peligrar hacía tiempo ya, cuando sus funciones, que tradicionalmente comenzaban a las 21.40 y luego a las 23.20 horas, debieron ser trasladadas a horas muy tempranas, a las 19 horas.
Muchos de los profesionales del "Bim Bam Bum" fueron mudándose del Teatro Ópera. Varias de sus vedettesemigraron al menos luminoso local del "Mon Bijou", junto a la Plaza de Armas. Algunas no terminaron muy bien sus días, según se rumoreaba. Cantantes y músicos apostaron a carreras independientes y algunos de los empleados, libretistas, electricistas, iluminadores, escenógrafos y tramoyas, encontraron posibilidades en el creciente medio de la televisión.
Largos conflictos judiciales sobre el edificio del teatro, comenzaron a hacer más difícil la posibilidad de mantener vivo el teatro de revistas, siéndole reconocida la propiedad a la sucesión de los antiguos dueños originales, precisamente por esos años. Los propietarios decidieron venderlo a un proyecto inmobiliario que iba a levantar en él un gran edificio, con una sede bancaria en los bajos. Por singular paradoja, pues, este antiguo lugar de la dirección de calle Huérfanos que había nacido como banco, volvería a ser tal.
Echada la suerte de la sala, la última temporada de shows que conoció el Teatro Ópera fue "Con la camiseta puesta", del humorista Coco Legrand. Cerró sus puertas el domingo 14 de diciembre de 1986, en horas de la noche. Algunos de los veteranos artistas que pasaron por su escenario en distintas épocas, estuvieron en la triste despedida. Fue un gran golpe para el medio artístico nacional, que había encontrado en el teatro una verdadera escuela y práctica de formación. Guillermo Bruce bromeaba después, en sus rutinas, hablando de los "cesantes del Bim Bam Bum" para referirse a su gremio de humoristas.
El edificio fue demolido y convertido en conjunto más moderno, dotado de oficinas y de una galería comercial interior, además de las dependencias bancarias. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de Escipión Munizaga y José García-Huidobro, mientras que la ejecución de obras fue realizada por la firma SEL S.A. Constructores. El flamante Edificio Ópera (así llamado en recuerdo del anterior), fue inaugurado en 1989.
Quedan aún algunos vestigios de la época bohemia de estas cuadras de Santiago Centro, del "Broadway Santiaguino", por supuesto. Aún está la galería del ex Teatro España y, enfrente, la del ex Teatro Astor, junto a las actuales obras del demolido Imperio; en la esquina de San Antonio con Huérfanos, está el vecino edificio del ex Hotel Victoria; cerca, en la esquina opuesta, la Galería del Ángel, donde gobierna la Sala del Ángel nacida en 1971 por iniciativa de la comediante Anita "Desideria"González, espacio que cayó en decadencia pero que fue recientemente rescatado. En la otra esquina se encuentra la galería del restaurante "Le Due Torri", clásico que alguna vez fue sede de visitas internacionales y grandes personalidades, atracción de periodistas y escritores como Tito Mundt en los mismos años de esplendor del "Bim Bam Bum".
Del antiguo Teatro Ópera, en tanto, sólo se conservó el nombre y la elegante fachada con el semicírculo del frente del teatro, accesos del actual recinto, mantenidos en pie por petición expresa de la Municipalidad de Santiago a los encargados del proyecto del Edificio Ópera. La entrada de lámparas colgantes a este lugar recuerda vagamente cómo era el vestíbulo original del teatro.
"Edificio Ópera", sobre el acceso.
Sala hall después del ingreso, en la zona de ascensores.